Lo diferente de Montessori
¿Qué hace del método Montessori algo tan singular? Cuando se ingresa al entorno apacible y pacífico de un aula en la que se trabaja con el método Montessori, lo que se aprecia puede diferir bastante de lo que uno se ha acostumbrado a esperar de los entornos educativos tradicionales. A continuación le contamos algunas diferencias que puede notar.
El maestro tiene un rol discreto en el aula:
El maestro presenta a los niños las actividades y permite que se enfoquen en sus intereses particulares, mientras observa su progreso.
Instrucción mayormente individual:
Los maestros trabajan de manera personalizada con los niños para asegurarse de que logren una comprensión acabada de las tareas y actividades.
Los niños eligen sus propias experiencias y las incorporan a su ritmo:
Una vez que los niños han visto al maestro desarrollar una determinada actividad al menos una vez, son instados a poner en práctica dicha actividad por su cuenta, a descubrir cómo desarrollarla por sí mismos.
Grupos de distintas edades:
Generalmente, el aula de preescolar admite un rango etario de 3 a 5 años a fin de que niños con diversos niveles de aptitud trabajen juntos y el aprendizaje se desarrolle en un ámbito con diversos niveles de experiencias, no limitado por la edad.
Los niños aprenden unos de otros:
Gracias a la diversidad de edades, los niños mayores que ya han logrado «dominar» las actividades pueden compartir sus conocimientos con los niños más pequeños; mediante este beneficioso intercambio de experiencias se fomenta el aprendizaje.
El niño trabaja en los proyectos elegidos durante el tiempo que desea, lo cual le permite enfocarse y concentrarse:
Los períodos de trabajo ininterrumpidos permiten un nivel de incorporación de los conocimientos que es difícil de lograr cuando las clases están programadas y sujetas a un período de tiempo determinado.
El maestro orienta al niño hacia la autorrealización y autocorreción:
Mediante la repetición de actividades, los niños aprenden a identificar sus errores y a corregirlos, lo cual les permite percibir sus propias capacidades.
El niño reafirma el aprendizaje a través de la repetición y siempre tiene una sensación de éxito:
Cuanto más trabaja un niño en una asignación o actividad específica, más se fortalece y más confianza adquiere en sus aptitudes.